Cada 9 de noviembre, desde que el alcalde Manuel Pérez Castell tuviera hace dos décadas la feliz idea, Albacete conmemora el Día de la Ciudad, una fecha clave que nos coloca en el mapa de la historia de las poblaciones españolas que, como consecuencia de su pujanza, merecían ser consideradas villas. Y así fue que en 1375, hace ya 648 años, Don Alfonso de Aragón, I Marqués de Villena, firmó en la localidad conquense de Castillo de Garcimuñoz el Privilegio de Villazgo otorgado a la ciudad de Albacete
Recordar cada año esta efemérides es una oportunidad para sentirnos orgullosos de nuestras gentes, las que a lo largo de los siglos no se han conformado con ser una tierra de paso, sino que trabajaron para hacer de Albacete un lugar en el que construir un proyecto de vida con todo lo que ello conlleva, familia, trabajo, educación, salud, cultura…
En este 2023, los albaceteños y albaceteñas nos podemos sentir orgullosos de lo que somos y de lo que hemos conseguido, que es mucho, pero no suficiente. Es nuestra obligación seguir avanzando por la senda del desarrollo económico, cultural, social, sostenible y mirando atrás sólo para tomar impulso. Es preciso huir del conformismo y la indolencia, afrontando el futuro de la ciudad con ilusión y arrojo, con luces y no con sombras, en color y no en blanco y negro.
La conmemoración del Día de la Ciudad no es sino una oportunidad en la que alborozarse y reconocer a quienes nos hacen sentirnos extraordinarios y extraordinarias. Por ejemplo, la periodista María José Navarro, que desde las ondas de la COPE siempre ejerce de embajadora, haciendo desaparecer los estereotipados complejos de quienes se sienten insignificantes por pertenecer a una capital de provincias. María José se muestra orgullosa de Albacete, como Albacete se muestra orgullosa de María José.
El reconocimiento al medio siglo de vida del Centro Asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) nos sirve para agradecer a quienes tuvieron la iniciativa de contar en nuestra ciudad con una ‘casa del conocimiento’, ofreciendo la oportunidad de estudiar una carrera universitaria a quienes, por unas razones u otras, no podían hacerlo fuera. Es la democratización de la formación superior.
Los tiempos que corren son, además, los más propicios para aplaudir a las mujeres que, con su tenacidad, han roto techos de cristal en todos los órdenes de la vida, como el deporte. Alba Redondo, nuestra futbolista de oro a la que designamos Hila Predilecta, es un ejemplo palpable de ello, trabajando para la consecución de unos derechos que estaban en el debe de este país.
Y me dejo para el final a quien nombramos Hija Adoptiva, Encarnación Rodríguez Cáceres, más que una compañera, más que una amiga, es mi hermana. Las personas con discapacidad tienen en ella y en su legado un espejo en el que mirarse. Los obstáculos que tuvo que superar demuestran que, más allá de frases hechas de coaches de redes sociales, si se quiere, se puede. Encarni ha llevado a gala vivir y crecer personal, familiar y laboralmente en Albacete. Y su herencia en el trabajo por la igualdad de oportunidades permanecerá en el imaginario de todos y de todas pase el tiempo que pase. A ello nos comprometemos quienes tanto la quisimos y respetamos. Hagamos que Albacete sea una ciudad luminosa, entusiástica, laboriosa, sana, educada, dialogante, culta, divertida, equilibrada y solidaria. Desde el Grupo Municipal Socialista seguiremos trabajando por ello.