Como cada 31 de mayo, festejamos el Día de Castilla-La Mancha: más 40 años de una autonomía que, desde el acuerdo y el diálogo, ha construido una realidad social y política con la ciudadanía en el centro de la acción de su gobierno a través de iniciativas socialdemócratas y progresistas.
Puede decirse que ésta es la fecha en la que formalmente conmemoramos con orgullo en torno a nuestra región y su historia. Pero, en mi calidad de secretario general de las y los socialistas de la provincia de Albacete, creo importante señalar que estamos a las puertas de una cita realmente trascendente para el futuro, también de esta región. Tanto que, salvando las distancias, bien cabría valorar que, casi ligado al fondo de hoy, también el próximo 9 de junio debemos poder ‘celebrar’ Castilla-La Mancha.
Las urnas nos esperan ese día para decidir, en unos momentos de gran incertidumbre política, social y económica y (no lo obviemos), de valores, un nuevo Parlamento Europeo que legisle con garantías de éxito los retos presentes y futuros. Y ahí debemos dar forma a una Europa humanista, que mantenga a las personas en el frontispicio de su acción como gobierno.
Y digo que tenemos que hacer de ese 9 de junio otro día para celebrar Castilla-La Mancha porque, ahora más que nunca (y frente a todo discurso demagogo y, además, falaz) debemos recordar que nuestra región ha crecido y crece mirando siempre a Europa.
Ha sido el aliado necesario que impulsó la modernización de nuestro país y, con él, de Castilla-La Mancha. De su mano, y aunque quizá ahora haya quien se resista a verlo, hemos avanzado en libertades y derechos, laborales y sociales. Y, con esa misma alianza, debemos seguir afrontando los retos: en favor del desarrollo sostenible, de de la economía digital, una fiscalidad más justa, de más herramientas con las que afrontar el despoblamiento de nuestras zonas rurales, de una agenda social sólida que proteja y garantice el bienestar de toda la ciudadanía europea, referente por su apuesta por la paz como valor universal de progreso.
Los y las socialistas hemos jugado un papel determinante en el Europarlamento y en las instituciones europeas, construyendo un espacio comunitario sustentado en principios (como la solidaridad, la libertad y la igualdad) que son la esencia misma de la socialdemocracia. Y cualquier freno, con las propuestas como las que vemos que encarnan la derecha y ultraderecha europeas para estas elecciones, significarán un retroceso en derechos y avances sociales de dimensiones peligrosamente desconocidas.
Llevamos como lema ‘Más Europa’ porque todos los logros más significativos para nuestro país y para Castilla-La Mancha, se han producido con políticas socialistas, apostando por territorios cada vez más sólidos y cohesionados desde la diversidad, la convivencia y el respeto. Las mismas políticas que nos permitieron salir más fuertes de la crisis provocada por la pandemia y liderar la recuperación económica y de empleo. Todo ello, bajo un liderazgo del presidente Pedro Sánchez que es claro y palpable más allá de nuestras propias fronteras.
El 9 de junio decidimos si en Castilla-La Mancha vamos a contar con la garantía de recibir 2.036 millones de euros procedentes de fondos europeos (FEDER, FEADER y FSE) hasta el 2027, o si tocará sufrir viendo cómo la derecha y sus aliados meten su ‘tijera’ insolidaria, perjudicando a la región, a su tejido productivo y a su ciudadanía.
Hasta el momento, esta tierra ha recibido más de 1.330 millones de euros de los fondos Next Generation, de los que más de 940, estarían ya comprometidos- Eso implica una tasa de resolución del Gobierno del presidente Emiliano García-Page 13 puntos por encima de la media nacional. Cifras que se traducen, en lo cotidiano, en más proyectos de energías renovables, mayor dotación tecnológica para los hospitales o avances en la digitalización de sectores clave, de los económicos al educativo.
Por mucho que escuchemos lo contrario (por parte de quienes, precisamente, no creen en Europa), los actuales fondos son los que permiten los planes contra la despoblación en nuestra región; los que garantizan los servicios básicos esenciales en nuestros pueblos; los que permiten diversificar sus economías locales; los que aseguran el mantenimiento de las explotaciones agropecuarias en Castilla-La Mancha (con más de 544 millones de euros en el último año); los que mejoran la movilidad urbana en nuestras ciudades, la conectividad en nuestras áreas rurales o la implantación de nuevas empresas que permitan más progreso de nuestra región y mayor bienestar de sus ciudadanos y ciudadanas.
‘Más Europa’ es, por tanto, más vida, más derechos, más desarrollo, más empleo, más justicia social, más libertades, más sostenibilidad medioambiental y más esperanza. Y todo lo contrario a esto, lo representan las derechas europeas con sus propuestas menos igualitarias, menos feministas, menos ecologistas, menos plurales, más discriminatorias, más xenófobas, y menos justas para el interés general.
Desde estas reflexiones, me gustaría insistir en que el próximo 9 de junio nos jugamos mucho, de la mano de Europa. Os pido el voto socialista y progresista para, como decía al comienzo, poder extender a ese día la celebración de todo eso que hoy nos une y festejamos como región. Porque un Europarlamento de mayoría socialdemócrata es la única opción de garantizar el progreso, la convivencia, la sostenibilidad (en su máxima extensión), la libertad y la solidaridad. Porque ‘Más Europa’ son más provincia de Albacete, más Castilla-La Mancha y más España.
Santiago Cabañero Masip
Secretario general provincial de PSOE-Albacete